LOS CUENTOS DE TERROR DE BALDOMERO LILLO EN "SUB SOLE"
Portada de la edición de Nascimento.
Usualmente, los cronistas y estudiosos del género terror en Chile coinciden en
señalar que la aparición de este estilo narrativo es más bien reciente y
derivativo de otras corrientes posteriores al realismo y al romanticismo, con
autores como Ramón Pacheco y algún texto de José Victorino Lastarria, incluso impulsadas después desde afuera de la literatura,
por experiencias de historietas pioneras en temáticas de misterio, horror y
ciencia ficción como
"El Siniestro Dr. Mortis".
Otros, algo más aficionados y en círculos de
admiradores del género, contabilizan también algunos cuentos específicos como
"El Témpano de Kanasaka", de Francisco Coloane dentro de los primeros cuentos
auténticamente de terror en Chile, pero este fue escrito recién en la década del
sesenta.
No podemos explicarnos cómo es que a muchos admiradores de Poe o Lovecraft se les pasa de largo el
contenido de algunos de los cuentos que publica el gran escritor de Lota,
Baldomero Lillo (1867-1923), en su libro "Sub Sole", cuando el autor contaba
unos 40 años y ya estaba residiendo en Santiago. La obra vio la luz en 1907
en los talleres de la Imprenta Universitaria, que me parece tenía entonces su
cuarteles en calle Merced 812-814.
Quizá ha
sido el énfasis en la cantidad y calidad de sus relatos de corte social lo que
ha eclipsado a esta área menos comentada sobre la obra de Lillo. Otra razón puede deberse al propio título, que no adelanta mucho del libro y que sólo fue colocado
como contraparte para "Sub Terra", su obra maestra anterior sobre los
mineros de las carboníferas, la que tuvo el ingrediente extra de hacer una fuerte
revelación social que marcó mucho de la identidad de su obra.

Baldomero Lillo.
Hemos
defendido la idea del Lillo cuentista de terror por años y en distintos círculos o grupos, aunque a veces encontrando escaso aliento. Sabemos que hay interés en rescatar ese lado específico de su obra, sin embargo, de modo que el autor sí puede entrar a la nómina de antecedentes y pioneros del género en su fase más "moderna" dentro de la literatura chilena. Empero, ni siquiera el
prestigiado portal literario español Cervantesvirtual.cl, de la Fundación
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, fue capaz de advertir la presencia
del terror como temática importante en "Sub Sole", cuando comentaba la temática
de los cuentos del libro:
...diferentes son los temas abordados: la vida campesina, los pescadores,
el carácter travieso de los niños
(?),
el inquilinaje, el alma araucana, el maltrato infantil, las costumbres
populares, la alegoría y la fantasía.
Más todavía,
la Biblioteca Cervantes, además de cometer el error de mencionar a
niños traviesos como parte de los argumentos de "Sub Sole" (seguramente
en confusión con el cuento "Cañuela y Petaca" que en realidad es de "Sub Terra"),
decía que los relatos cortos del libro son 12, cuando en son 13. Nos confirma,
por lo tanto, que "Sub Sole" es uno de los grandes conocidos-desconocidos
de la literatura chilena, eclipsado por la popularidad de "Sub Terra".
En otro aspecto, aunque "Sub Sole" aunque
aparece reproducido enteramente en "Baldomero Lillo. Obra completa", de las
Ediciones Universidad Alberto Hurtado (2008), los autores de esta edición
crítica tampoco comentan algo respecto a la posibilidad de que el género terror
pueda estar presente en el mismo trabajo, lo que puede resultar casi frustrante.
No se
trata de cuentos cargados a la fantasía científica como los de H. G. Wells ni a
las monstruosidades extraterrenales y artrópodas de H. P. Lovecraft, sin duda,
pero de todos modos, tomaremos todos los riesgos correspondentes con esta afirmación:
dentro del género y comprendiéndolo en el contexto internacional del terror
posterior al "gótico" de Mary Shelley o Bram Stocker, es decir, en el terror
contemporáneo que comienza con Edgar Allan Poe y otros autores de aquella
generación, hay una modesta contribución local de Lillo precisamente en el
período de transición del género hacia temáticas más modernas.
Si
bien
existen antecedentes previos a la obra de Lillo en el relato terror
chileno,
como es el caso de los relatos con cargas argumentales "satánicas" de
Liborio Brieba y los del mencionado Pacheco con "Revelaciones de
ultratumba" o "El Subterráneo de los jesuítas",
pondría especial atención en los cuentos
de "Sub Sole" de Lillo, además, no sólo porque creo que deberían tener
algún
pequeño lugarcito como referentes tempranos de la presencia del género
en
nuestro país, sino también por la creatividad de sus contenidos y la
calidad de
los entretenidos relatos. Descarto trabajos previos como "Don Guillermo"
de Lastarria, ya que se trata de una alegoría política trasladada a
cuestiones de mitos y cuestiones sobrenaturales.

Primera edición de 1907, Imprenta Universitaria.
Veamos
los ejemplos de cuentos que, creemos, sustentan la convicción sobre el género de proto-terror o terror consumado
presente en "Sub Sole":
-
EL RAPTO DEL SOL: Narra la historia de un rey quien, tras conquistar toda la tierra, intentaría apoderarse del sol valiéndose de un siniestro plan logrado con magias oscuras y malvadas. "Quiero ser dueño del sol y que él sea mi esclavo", es su propósito. El cuento tiene una característica especial: comienza en un tono muy general, como la descripción de una leyenda, para entrar después a una narración más detallista y marcada por los diálogos, pasando, finalmente, al mismo lenguaje general del inicio, en el que se resuelve el relato.
-
EL AHOGADO: Es uno de los más agobiantes y morbosos de los cuentos del libro, y probablemente su lectura resultaba mucho más impactante en su época. También es uno de los más largos de la obra. Nos preguntamos, incluso, si estará inspirado en algunas leyendas sureñas o si, por el contrario, habrá generado alguna. Para no dañar el interés en leerlo, simplemente diremos que trata de un pescador de redes llamado Sebastián, quien se ve involucrado en una horrorosa y angustiante situación cuando un grotesco cadáver ahogado comienza a acosarlo y perseguirlo por la costa para concretar una feroz venganza.
-
IRREDENCIÓN: Es otro cuento muy particular, pues, al igual que "El rapto del Sol", se sale del protagonismo que Lillo da a las clases populares en sus relatos más conocidos, concentrándose ahora en las tortuosas ilusiones y fantasías oníricas de una aristocrática princesa. La experiencia se vuelve pesadilla cuando sueña su propio estado de muerte y su llegada ante el tribunal del juicio divino, ante la presencia de ángeles y demonios. Tiene una carga notoria de romanticismo en el relato.
-
VÍSPERA DE DIFUNTOS: Una desgarradora y perturbadora historia corta sobre un mujer que confiesa su responsabilidad en la muerte de una infante. Es uno de los cuentos más oscuros del libro, además. Ofrece un aire sofocante de sufrimiento y dolor casi depresivo.
-
EL REMOLQUE: Trata sobre un grupo de marineros del navío "San Jorge", que viven una terrible desventura en medio de una tormenta marina, mientras transportan un remolque por las aguas embravecidas. Si bien no hay elementos sobrenaturales en el cuento mismo, el delirio desata el caos dentro de la tripulación, tanto o peor que la propia furia de la naturaleza.
En los
hechos, no todos los libros reconocidos como "de terror" que reúnen o compilan
cuentos requieren que todos estos sean estrictamente del género. El tercer libro de Stephen King, por ejemplo, titulado "El umbral de la
noche" (1973), es considerado una obra maestra y un título de culto entre los
seguidores del relato de este tipo. Sin embargo, si se revisan los cuentos que
allí figuran se advierte que 13 o 14 de los 20 de ellos son realmente del
género, y los demás pueden ser interpretados de ciencia ficción, suspenso o
misterio.
Si, por analogía, consideramos que en "Sub Sole" de Lillo 5 de los 13 cuentos están
directamente relacionados con temáticas de terror y fantasía oscura, quizá no
nos daría para afirmar que esta obra debiese ser reconocida como el primer libro
de terror nacional. No obstante, insistimos en que es mérito suficiente para
admitir que Lillo fue -sin proponérselo- otro temprano ensayo o anticipo del
género de terror contemporáneo en Chile, dejando atrás los antecedentes más experimentales del género en nuestro siglo XIX.
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