CASUÍSTICA FUNDACIONAL DEL MISTICISMO EN EL VALLE DE ELQUI (PARTE II): LA "HERMANDAD DEL PACÍFICO" Y EL NIÑO DEL PERDÓN
Antigua fotografía del Valle de Elqui. Fuente imagen: Museo Gabriela Mistral de Vicuña.
Por coincidencia o por sincronía, hacia los mismos años en que Domingo Zárate Vega, el Cristo de Elqui,
manifestaba públicamente recibir la unción divina y un mensaje para
predicar a los mortales, otro curioso personaje -esta vez femenino-
también categorizado como impulsor de las creencias místicas que se
identifican en el valle, fundaba la llamada "Hermandad del Pacífico",
una agrupación con matices de secta religiosa que llegó a ser de gran
fascinación para muchos de los que se sintieron atraídos y seducidos
entre los misterios de aquella tierra agrícola y pisquera del Valle de
Elqui, al interior de la Región de Coquimbo.
La
aventura de la hermandad tuvo el mismo esquema de auge, caída e
idealización en la leyenda que la historia del Cristo de Elqui y de los
otros casos que veremos en esta secuencia de artículos. Se inició con la
cruzada personal de doña Helena Vacarezza Klemen, mística de la que no
se sabe mucho, aunque su caso es comentado en el libro "Los iluminados
del Valle de Elqui" de Juan Guillermo Prado, alguien que nos ha echado
alguna mano varias veces para otros temas tratados en este mismo blog.
Nacida
en 1890, este extraño personaje fue rodeado de cierta santidad
devocional, aunque no al estilo de una divinidad en carne y hueso, sino
más bien como líder, portadora de la luz de la iluminación y de una
verdad revelada sólo a un puñado de elegidos que la seguían. Según
parece, el grueso de su actividad había comenzado al cumplir 33 años, la
misma edad de Jesús al ser crucificado, aunque no tenemos confirmación
de este dato en particular. Su prédica no era tan expuesta públicamente
ni tan popular como la que realizaría por esa misma época el Cristo de Elqui,
pero de todos modos logró reunir más de 400 seguidores concentrados en
el Valle de Elqui, La Serena, Coquimbo y algunos de Santiago, según se
recuerda.
Se
la describía como una mujer extraordinariamente carismática y
convincente, al punto de que su público casi deseaba estar de acuerdo
con ella en cada afirmación, cada palabra y cada anuncio. Prado comenta
que "desde pequeña tuvo facultades extrasensoriales y sanaba por imposición de manos", y sus seguidores aseguraban también que había sido "amiga de Arturo Alessandri a quien le predijo con precisión tanto sus triunfos como reveses políticos".
La
parte más intensa y basal de su mensaje decía que el Valle de Elqui era
una suerte de nuevo centro espiritual del mundo, pues el eje místico de
la Tierra se había trasladado desde el Tíbet hasta esta región,
siguiendo un desplazamiento desde el paralelo 30° Norte, en los
Himalayas, al 30° Sur, en los Andes y particularmente en esta región
interior de la cuenca del río Elqui, de acuerdo a una profecía
supuestamente formulada por sabios hindúes o iniciados de la India y
hecha pública en 1949. Esta propuesta ha sido la base principal de las
tradiciones y el folklore místico-esotérico que se le atribuye al valle,
además de la creencia de que lamas tibetanos habrían estado presentes
en el mismo, como veremos en las continuaciones de esta serie de
artículos. La misma idea, además, ha sido comentada -entre otros- por
Carlos Sieveking en su "Apocalipsis según Tomás".
Con
su agrupación y seguidores fielmente comprometidos, doña Helena fundó
la institución llamada "Hermandad del Pacífico" el 27 de noviembre de
1927, comenzando una labor pastoral y formativa que se extendería por
varios años más. Los feligreses creían que cuatro puntos específicos del
paralelo 30° Sur concentrarían la energía espiritual de la humanidad y
del planeta, aunque mantuvieron por largo tiempo en secreto la
información relativa a sus ubicaciones. Su propuesta combinaba elementos
del budismo, como los conceptos de Dharma y Karma, con otras
manifestaciones filosóficas que tomaban por referencia al cristianismo,
al brahmanismo y al sintoísmo, a las que se fueron sumando con el tiempo
elementos de la cultura New Age, cuando ésta comenzó a irrumpir
en la cultura de masas. En algún folleto del grupo, además, se declaran
vínculos con las enseñanzas del monje italiano del siglo XII Joaquín de
Fiore, como veremos.
Por
casi medio siglo, la agrupación se afianzó y gozó de una estabilidad
que ha sido más bien extraña en la mayoría de las comunidades que ha
conocido el valle. El 10 de abril de 1974, año en que para ellos habría
de comenzar la Era de Acuario, los integrantes de la hermandad se
reunieron en el balneario de La Herradura, un poco más al Sur de
Coquimbo, y allí hicieron un intrigante anuncio: se aproximaba el
advenimiento del Niño del Perdón, encarnación divina mesiánica pero más poderosa aún que Jesucristo, cuya misión sería también iluminista y salvadora.
La
principal interpretación que se ha hecho de tal mensaje, es que
intentaban imitar un anuncio parecido al de la reencarnación en el
título del Dalai Lama, aunque advertían también del nacimiento de otros "heraldos de luz"
en México, Francia, Israel, China y Japón. Veremos después, que el
anuncio lo habían hecho también mensajeros budistas en los años
cuarenta, pudiendo tratarse de sólo un eco de aquel pronóstico.
Vista
de la Iglesia y del Valle de Elqui en Vicuña. Fotografía de los años
40, de Zoilo Puerta Roldán. Hoy en los archivos fotográficos del Museo
Histórico Nacional.
Un
texto alusivo al anuncio del nacimiento del misterioso niño dentro de
la secta y transcrito por Prado, dice con un lenguaje críptico:
Así
pasaron a través de milenios esos Grandes Seres que habían descubierto
que llevaban en sí la luz, el principio eterno de la vida y que habían
podido desarrollarlos. Unos más poderosos que otros, todos traían a la
Tierra, en su época, la fuerza del espíritu inmortal de donde procede
todo ser conciente.
Vosotros
hijos míos, los conoceréis a todos, pero una vez más recalco que, el
más alto, el más grande, porque traía en sí mismo parte de la propia luz
eterno y creador, fue el Cristus. El más grande de todos, ahora el Gran
Señor del Sistema Solar, que tuvo e hizo un vaticinio para el mundo del
futuro. Habló de alguien más grande que él. Anunció el espíritu de la
verdad, el que tuvo según Juan Evangelista, que iba a tener aun poderes
más grandes que los que tuvo el Cristus, encarnado en el cuerpo puro del
maestro esenio Jesús de Nazareth a la orilla de las aguas jordánicas. Y
anunció el espíritu de verdad, que algunas religiones confunden con la
iniciación de Pentecostés, que no es otra cosa que un símil de
cualquiera de las iniciaciones que las religiones del mundo, hacen de
aquellos, que con el espíritu preclaro, con visión astral se interesan
por conocer la verdad, que como Dios es una sola.
El
espíritu de verdad, amados míos es Dios, Espíritu Santo, pero no sólo
fue el Cristus el que dijo estas palabras bíblicas, que muchas
religiones olvidaron; porque lo esperan a Él, esperan al Cristus mismo
sin comprender amados míos, que si yo vengo de la Tierra, el Cristus
viene en mí, porque formaba parte de mi propio ser y como muchos de los
otros grandes iniciados de Oriente y Occidente, involucrados están
también el espíritu inmortal, que se apresta para encarnar sobre la
Tierra.
Esta
tarde, solemne para vosotros, amados míos, quiero reivindicar el nombre
de un iluminado, de un modesto monje del Cister, pequeña aldea de
Francia y que vivió por el año 1110 al 1200, llamábase Joaquín de
Fiore.
Como anticipamos más arriba, sin embargo, ciertas versiones de esta historia aseguran que el anuncio urbi et orbi
sólo repetía una idea que los acompañaba en sus principios desde los
cuarenta, respondiendo al supuesto mensaje enviado al país por la
comunidad lamaísta tibetana, en aquella misma época, y del que
hablaremos en una próxima entrada.
Desgraciadamente
para la secta, el bebé que estimaron como la supuesta encarnación
divina cuando aún estaba en el vientre de una de las integrantes del
grupo, no mostró ningún dote de santidad al nacer en el mismo valle y
creció como un niño común y corriente, haciendo cundir la frustración,
la duda y la deserción de varios miembros. La crisis del grupo se
precipitaría con velocidad, a partir de entonces, especialmente entre
quienes habían comprometido parte de sus recursos y bienes en fomento de
la actividad de la agrupación.
Sólo en 1975, todavía en medio el entusiasmo de creer que el Niño del Perdón
se hallaba entre ellos, el lugarteniente de la mística Helena y la
sazón presidente de la "Hermandad del Pacífico", Abel Hurtado Cordero,
reveló por fin la ubicación precisa de los anunciados cuatro supuestos
puntos de la concentración espiritual del valle:
En
la base del cerro Doña Ana, otro al interior de Paihuano y es movible y
el más poderoso cubre y satura el éter desde Montegrande hasta la
cordillera de El Ternero; hay uno en la confluencia de los ríos Claro y
Turbio y abarca el sector de Rivadavia hasta El Tambo. El más cercano a
La Serena está poco más allá de Algarrobito.
Intentando
ser un poco más precisos, las coordenadas de estos supuestos puntos
serían aproximadamente las siguientes, de acuerdo a las ubicaciones
asignadas por Hurtado Cordero:
Cerro Doña Ana:
|
29°45'52.63"S 70° 5'38.07"W
|
Paihuano:
|
30° 1'47.02"S 70°31'7.85"W
|
Confluencia ríos Claro-Turbio:
|
29°58'57.48"S 70°33'44.21"W
|
Sector Poniente de Algarrobito:
|
29°57'40.50"S 71° 6'28.84"W
|
Como
podrá adivinarse, el grupo se había procurado algunas propiedades en
estos puntos, presentando un estatuto interno ante el Ministerio de
Justicia para regularizar las propiedades a nombre de la "Hermandad del
Pacífico", que se autodefinía allí como "una sociedad espiritualista, fraterna y humanitaria por Mandato Divino". El mismo jefe espiritual agregaba que éstos eran los focos irradiantes o medulares, pero que "la fuerza telúrica y pránica del espíritu de la Tierra"
se extendía en todo un amplio sector que abarcaba el Sur de Atacama y
el Norte de Coquimbo. También comentaba que, coincidentemente, los tres
observatorios astronómicos de la región estaban justo en el territorio
de esta misma "influencia magnética y espiritual".
Doña
Helena falleció a principios de los ochenta, pasando los 90 longevos
años de vida. Casi no quedaron imágenes ni testimonios escritos sobre
ella, en parte por lo cerrado que se volvió su círculo, según alguna
opinión que hemos conocido. Y el pequeño Mesías que fuera su "elegido",
en tanto, creció apartándose de aquellos delirios: lejos de toda
santidad, Prado escribe en 1990 que el niño ya era entonces "un adolescente, sus padres están separados, vive en La Serena y es un muchacho normal, con aptitudes musicales".
Al
momento de fallecer su fundadora, además, a la agrupación sólo le
quedaban 5 seguidores en La Serena, mientras que en Temuco había 20 y en
Santiago 55. Eran los restos de la antes multitudinaria "Hermandad del
Pacífico", aunque un comercial televisivo de una conocida cooperativa
pisquera elquina en esa década, mostró fugazmente un grupo de hombres
vestidos con túnicas claras con aspecto de druidas simulando alguna
clase de ceremonia o procesión entre una campiña, estética que algunos
interpretaron entonces como un guiño de los publicistas a la alguna vez
conocida secta del valle.
Lamentablemente
para Helena, sin embargo, ella no alcanzó a ser testigo del posterior
gran furor místico que experimentaría el Valle de Elqui que tanto quiso,
gracias a la misma clase de publicidad turística o pisqueras y al paso
del cometa Halley en aquellos años (que está justo en su aniversario 30)
que siguieron a su partida... Furor que ella misma ayudó a cimentar con
su labor en la extinta "Hermandad del Pacífico".
Comentarios recuperados desde el lugar de primera publicación de este artículo, en el sitio URBATORIVM:
ResponderEliminarUnknown1 de agosto de 2016, 01:55
helena vacarezza fue mi madrina de la fe de bautismo y mi padrino roberto flores..naci el 20 de abril de 1974 ..y toda mi vida escuchado esta historia.soy de la 5ta region..lo k si aseguro k no soy ningun mesias.pero si soy mediun..impresionado volver a escuchar de la hermandad del pasifico..pense k eran historias de mi padre...l.arancibia@exportadoraaguasanta.cl
ResponderBorrar
Unknown1 de agosto de 2016, 01:56
helena vacarezza fue mi madrina de la fe de bautismo y mi padrino roberto flores..naci el 20 de abril de 1974 ..y toda mi vida escuchado esta historia.soy de la 5ta region..lo k si aseguro k no soy ningun mesias.pero si soy mediun..impresionado volver a escuchar de la hermandad del pasifico..pense k eran historias de mi padre...l.arancibia@exportadoraaguasanta.cl
ResponderBorrar
Unknown14 de septiembre de 2016, 18:03
Siempre he escuchado la mística de estos lugares y se nota que es especial,recordemos a la maravillosa gabriela Mistral.
ResponderBorrar
Unknown19 de diciembre de 2016, 10:31
La Hermandad del Pacífico sigue operando, y aquél Niño que se creyó que fuera el Mesías, no es tal. Debió nacer del vientre de Helenita
ResponderBorrar